El bonsái tejo japonés es una especie perteneciente al grupo o género taxus. Dentro de esta familia o tipo de clasificación podemos conseguir otros bonsáis, sin embargo, el objeto de este artículo es hablarte sobre el taxus cuspidata. Esta especie funciona a la perfección para desarrollar el arte del bonsái.
Es un árbol miniatura del tipo conífera que llega hasta los 25 metros de altura y que debe tener un contexto de crecimiento con excelentes condiciones. El tronco del árbol es robusto de color oscuro y su diámetro puede alcanzar los 4 metros de diámetro. El árbol no tiene un crecimiento acelerado y puede alcanzar gran longevidad.
Las especies coníferas se consideran longevas y de hojas pequeñas de un tono verde oscuro. La especie puede considerarse venenosa por los componentes que emana al exterior y no debe ser manipulada por niños o animales.
El tejo se puede considerar tan tóxico que podría matar a cualquier animal incluso del tamaño de una vaca. Los animales domésticos deben estar 100% alejados de la planta para que no puedan ser contaminados por esta. La palabra cuspidata de su nombre científico proviene del latín “que termina en punta rígida”.
Si necesitas identificar tu árbol puedes echarle un vistazo a nuestra guía completa para identificar un bonsái.
Datos básicos:
El nombre vulgar del bonsái es tejo japonés, y su nombre científico es el de taxus cuspidata. El bonsái pertenece a la familia Taxaceae y proviene de Japón y otros países de Asia como Corea. La forma de las hojas del bonsái tejo japonés en en forma de hoz y en su ápice cuentan con un botón oscuro.
El taxus cuspidata es una especie que se conoce en todo el mundo y todos los especialistas en bonsáis conocen. Las hojas de esta especie son puntiagudas y anchas, además que tienen un tono bastante oscuro.
El árbol requiere de luz solar en mediana proporción, es decir bajo la semisombra, en los meses de primavera y de verano. Al igual que la planta requiere de una humedad constante y se debe pulverizar la copa cada cierto tiempo con agua.
En cuanto a la clase del bonsái este pertenece a la clase Pinopsida, del orden Pinales, y de la familia Taxaceae. Es un árbol del tipo perennifolio donde las hojas son lanceoladas, de estructura plana y cuya longitud va de 1 a 3 cm de largo y un ancho de 2 a 3 mm. Las hojas se encuentran en una disposición en espiral sobre el tallo y las bases de estas hojas están torcidas y alineadas.
Los conos contienen las semillas de encuentran modificados y el color del mismo tiene una transformación de rojo brillante a marrón. La semilla que está dentro del cono tiene una semilla de 5 a 9 mm de longitud y donde el cono tiene una longitud de 8 a 12 mm. Los tejos japoneses pueden durar hasta 1.000 años de vida y su lugar principal de cultivo es en Asia oriental y en Norteamérica.
Cuidados del bonsái tejo japonés
El tejo japonés requiere de un cuidado normal y regular, pero no tan constante como otras especies. El bonsái no se da con facilidad en climas tropicales y cálidos como los presentes en la costa del Mar Mediterráneo, pero en territorios como montañas se da a la perfección.
Los tejos reciben a la perfección climas frescos y húmedos que permiten un mejor desarrollo del ejemplar. El tejo japonés se puede cultivar en una zona que disponga temperaturas altas y zonas cálidas, pero aquí el crecimiento del ejemplar no es tan vigoroso.
Este ejemplar requiere de un riego constante, por lo que al observar que la parte superficial del bonsái se comience a secar debemos regarla. El agua que tengamos al bonsái debe tener un pH lo suficientemente ideal y cuyo nivel se encuentre entre 5 y 8. Cuando el agua tiene un exceso de componentes salinos, la alcalinidad del sustrato aumentará de forma exponencial.
Existen diversos estilos de tejos los cuales debemos darles cuidado y modelar los dependiendo del estilo del mismo. Modelados que se pueden hacer de forma vertical o para dar un estilo formal. Este árbol en la naturaleza se encuentra de forma majestuosa y cuya altura es promedio con un diámetro bastante ancho.
Es importante dar un cuidado especial al bonsái para que pueda crecer de forma efectiva y mantenerse por mayor tiempo. La madera es uno de los puntos resaltantes del bonsái lo cual le da un gran atractivo, y para ello se debe utilizar de forma efectiva la madera muerta.
Situación
El tejo deje ubicarse en un lugar donde pueda recibir sol todo el año. El bonsái se debe emplazar en un lugar que tenga bastante iluminación y que reciba los rayos ultravioletas de forma directa.
Esta especie debe ubicarse en un lugar exterior o zona exterior para que pueda recibir vientos constantes y humedad. Generalmente se busca que el sitio donde se vaya a cultivar el ejemplar este reciba semi sombra y que tenga bastante contacto a los rayos ultravioletas.
Ubicar el bonsái en un lugar donde se pueda controlar su contacto al agua es fundamental. Esto significa que podríamos ubicar el ejemplar bajo un techo cerca del patio en el momento cuando llueve, para que así no se produzcan fuertes brotaciones y ramificaciones muy frondosas o vigorosas.
El sustrato para plantar el tejo japonés debe tener suficiente humedad y no debe estar 100% seco. Un sustrato seco provoca que las raíces se dañan y no puedan extraer del suelo nutrientes y líquido. El ejemplar tampoco puede estar expuesto al sol de forma directa y cuando los rayos ultravioletas penetren de forma perpendicular.
En verano es cuando se debe cuidar al bonsái de la incidencia solar y se debe regar el bonsái de forma recurrente. Sin embargo, el ejemplar debe sentir el frío y el paso invernal esto con el propósito que las yemas puedan abrirse al entrar la primavera. Cuando el invierno entre en rigor se debe resguardar el tejo japonés Lada que no sufra a consecuencia de las bajas temperaturas y las fuertes heladas.
El sustrato que se va a utilizar para el bonsái debe contener akadama y rocas de origen volcánico, con un pH neutro y con alta cantidad de fósforo y potasio. Los suelos de origen volcánico son los más recomendados para sembrar bonsáis.
Riego
El riego es uno de los puntos fundamentales para el desarrollo del bonsái, ya que incide en el crecimiento y la buena salud del ejemplar. Si la especie no puede obtener suficiente agua del sustrato, la misma perderá hojas y se verá perjudicada. Este tipo de especie no es muy resistente a los ambientes secos o áridos.
El bonsái no debe regarse de forma excesiva pues el exceso humedad hace que se pudran las raíces y los otros elementos del mismo. Una de las mejores formas de regar el bonsái es mediante una regadera con orificios finos que permitirán pulverizar la copa del mismo.
Pulverizar el bonsái permite que el agua penetre de mejor forma la superficie del mismo y que además cada región del sustrato pueda obtener agua.
La calidad del agua es un punto fundamental al momento de regar el bonsái. Recomendamos que recojas suficiente agua de lluvia, pues trae los mejores beneficios para la especie, además esta agua no estará salinizada ni con exceso de minerales. El pH del agua debe ser ideal y tener una valoración entre 5 y 8 puntos para que no sea excesivamente alcalina.
Abonado
El tejo japonés debe abonarse durante todas las etapas de crecimiento, y para ello debe usarse un fertilizante orgánico. El abono debe ser de liberación lenta y que el sustrato no reciba de golpe todos los minerales que este aporta. Cuando la totalidad del abono se haya descompuesto por completo el mismo debe reemplazarse.
El abono no debe abonarse durante el invierno, pero podemos hacer una pequeña excepción y dar un toque ligero de fertilizante al ejemplar. Como esta especie es perenne puede necesitar un poco de los nutrientes que ofrece este producto. Sin embargo, cuando se realiza una función de abonado correcta durante el otoño, esto no es tan necesario.
Poda
La poda se realiza con varias finalidades y estas son; modelado y salud. Empecemos por el modelado. Existen diversos tipos de estilos para tejos y estos van desde el estilo natural o el vertical formal.
Estos árboles en plena naturaleza desarrollan troncos de gran grosor, pero de altura disminuida, lo que les da majestuosidad. La poda se efectúa con la intención de poder resaltar estos puntos característicos y dar además vistosidad a la especie.
Tanto las hojas como las ramas requieren de un podado eficiente que garantice su salud, es decir que se deben recortar las hojas secas y las ramas que comienzan a pudrirse. Realizar un corte a una hoja o rama debe hacerse con precisión y para ello deben implementarse tijeras afiladas y de buena calidad.
Las herramientas japonesas son las mejores del mercado y los kits que se encuentran en el mercado proporcionan todos los instrumentos necesarios para llevar a cabo esta importante labor. Si eres novato debes tener en cuenta que estos juegos de herramientas son más costosos que las herramientas chinas, pero obtendrás mejores acabados y cortes más precisos.
Trasplante
Trasplantar un bonsái se refiere a traspasar de un sustrato a otro el ejemplar. Este proceso se realiza cuando la especie ha consumido la totalidad de los nutrientes y proteínas que se encontraban disponibles en el suelo. Por eso el bonsái debe trasplantarse para poder obtener alimento y una nueva tierra para sujetarse.
Una de las señales claras que establecen que el bonsái debe trasplantarse es cuando las raíces del mismo ya están pegadas unas con otras. En este punto no existe partículas de suelo entre una raíz y otra, por lo que su capacidad de crecimiento es nula.
El momento adecuado para trasplantar un bonsái es finalizando el invierno cuando las yemas ya están comenzando a hincharse. Para llevar a cabo este proceso debemos eliminar más raíces que estén podridas o secas para que las demás puedan extenderse de mejor forma por el sustrato.
Cuando los ejemplares ya se encuentran viejos no deben trasplantarse con frecuencia, debido a que las raíces tienen menos resistencia. El trasplante es una práctica que se considera fuerte y que desgasta o estresa al bonsái. Es por eso que el trasplante no puede realizarse seguido a otra intervención como la poda o abonado, ya que eso perjudica a la especie.
Propagación
La propagación del bonsái tejo japonés se puede llevar a cabo de diferentes formas y uno de los métodos para usado y comunes es la propagación mediante semillas. Para llevar esto a cabo debe hacerse una recolección y selección de las que estén enteras y sin partiduras. Propagar un bonsái es fundamental y debe emplearse durante los meses de otoño.
El fin de realizar la recolección en otoño de las semillas es para que estas germinen durante los meses de marzo y abril que pertenecen a primavera. Este procedimiento es bastante delicado y puede incluso tardar un tiempo largo, pero con dedicación y meticulosidad se obtienen los resultados esperados.
Otro método de propagación es la multiplicación mediante esquejes y se recomienda llevar a cabo durante los meses de primavera y verano. Los esquejes se obtienen de los brotes pequeños que surgen en invierno y trasplantarlos a otra superficie en los meses venideros.
Las estacas deben seleccionarse con un largo de 5 a 10 centímetros, ellos se deben obtener de una madera que esté verde y donde se pueda romper al momento de doblarse. Los esquejes deben enraizarse en una superficie arenosa y que esté sometida a altas temperaturas. Solo la arena debe estar sometida al calor, los esquejes deben mantener cierta frescura.
Para dar una mayor ayuda al bonsái se deben utilizar hormonas de crecimiento que permitan la estimulación del mismo. Existen además vitaminas y nutrientes que pueden obtenerse aparte de las ya contenidas en el fertilizante.
Alambrado
Alambrar el bonsái ayuda a fortalecer el mismo. Esta práctica lo mantiene sano y con un crecimiento duradero y sano. El tejo japonés crece de forma sólida y compacta y por eso alambrar este tipo de especie a veces se hace un tanto complicado. Para enraizar el tronco y sujetarlo se debe aprovechar los meses soldados de primavera y verano.
Alambrar el bonsái debe llevarse a cabo durante los meses soleados con la finalidad de que en el invierno ya las cicatrices que deje el alambre hayan sanado y se curan a tiempo. Las ramas se van a resentir debido a esta práctica y algunas son tan flexibles que pueden llegar a doblarse de más o partirse.
Si se alambra con una firmeza excesiva es posible que las uniones entre las ramas se separen y se termine dañando la especie. Para seguir un proceso de alambrado correcto se deben doblar las ramas que superan los 3 cm de ancho y se deben untar con rafia. Luego se coloca el alambre de forma gradual y meticulosa.
No se deben alambrar especies que estén enfermas o deterioradas pues el bonsái va a sufrir de gran estrés y podría morir. Al igual que no se debe alambrar durante el invierno pues el alambre deja ciertas marcas pequeñas y poco profundas. Y a través de estas pequeñas cicatrices puede entrar el frío y bajas temperaturas y dañar la salud del ejemplar.
El alambre debe retirarse en el momento en que aparezcan cicatrices y marcas producto del engrosamiento de la corteza del tronco y ramas.
Otoñación del taxus cuspidata
La otoñacion es un proceso de cambio del bonsái motivado al inicio de las bajas temperaturas y el descanso invernal de la especie. Durante este periodo el tejo japonés cambia la pigmentación de sus hojas que van a tener un color rojo cobrizo.
Este periodo es el momento en donde el bonsái está terminando de recolectar los alimentos necesarios para subsistir en el invierno. En invierno el ejemplar entra en un proceso de letargo o de descanso conocido como hibernación. Este proceso permite el descanso de la especie para que pueda cumplir sus funciones de forma efectiva a partir de la primavera.
Los pigmentos que recubren las hojas son producidos para proteger al bonsái de las bajas temperaturas. Durante los meses de otoño es cuando se considera que el bonsái obtiene formas estéticas de gran realce. Los centros culturales y parques que contienen bonsáis reciben muchas visitas gracias a esto.
Enfermedades del bonsái taxus cuspidata
Una de las enfermedades que padecen estos bonsáis es el desecamiento. Esta patología es provocada por organismo fúngicos y hongos. Esta enfermedad se caracteriza por la resequedad de las hojas y agujas, además que la humedad del bonsái se reduce hasta el mínimo.
Otra de las enfermedades que sufren los bonsáis es a través de la infección por plagas como cochinillos y pulgas. Estás se alojan en la superficie del bonsái hasta que logran socavar la corteza y poder introducirse en ella.
Todas estas enfermedades siguen tratamientos específicos, es por eso que cada plaga o infección requieren ciertos medicamentos o curas. Para poder aplicar los tratamientos el usuario debe asesorarse con expertos en botánica pasa que reciba las instrucciones y pasos a seguir.
Es fundamental el uso de insecticidas y pesticidas para poder matar los microorganismos destructivos que dañen la salud del ejemplar. Palitos que se introduzcan en el sustrato permiten eliminar plagas e insectos.
¿Cómo hacer un bonsái tejo japonés?
Hacer un bonsái de este tipo requiere de conocimiento, y de un trabajo delicado y meticuloso. El cuidador y persona encargada del bonsái debe tener un kit de herramientas con todos los instrumentos necesarios para llevar a cabo los procesos necesarios. Procesos como la poda, riego, transplante y cultivo.
Uno de los principales objetivos que deben plantearse estos cuidadores es el crecimiento de su especie. Para ellos deben invertir capital para la compra de vitaminas, fertilizantes y pesticidas de gran calidad. Cada cierto tiempo el dueño del bonsái debe llevarlo donde un experto en botánica para que le haga una revisión periódica.