El bonsái pino blanco japonés es una especie perteneciente al género pinus de la familia pinácea, y es prima de más de 80 tipos de pinos. Esta se encuentra con mayor frecuencia en el hemisferio norte, donde la temperatura puede alcanzar puntos altos.
Es un tipo de árbol perenne que puede alcanzar los 30 metros de altura y que un principio de su desarrollo puede tener un porte arbustivo. La mayor cantidad de especies se encuentran en un rango de 20 metros de altura. El árbol durante su juventud crece en forma piramidal, muy parecido a las píceas.
Es un género de árbol que tiene una corteza de color gris y escamas negras, diferente al típico marrón recurrente en otras especies. El tronco del árbol alcanza los 60cm de diámetro, siendo un pino de gran robustez y resistencia. Su nombre científico es Pinus Parviflora y es originario de Japón. Es del tipo conífera que además de ser una especie silvestre puede utilizarse como bonsái.
Si necesitas identificar tu árbol puedes echarle un vistazo a nuestra guía de identificación de un bonsái.
Datos básicos:
El bonsái pino blanco japonés se distribuye en las regiones de Hokkaido, Kyushu, Shikoku; todas pertenecientes a Japón, y a las regiones de Ullung-do y Jirisan; pertenecientes a Corea del Sur. Es un árbol que es bastante ancho y alto, y que dispone de una corona en forma de cono, con apariencia densa y gruesa. Dispone de escamas redondeadas y anchas, estróbilos de 5 a 8 cm de largo y semillas de 9 a 12 cm de largo.
Tiene la característica de tener grupos de cinco acículas reunidas, con un color verde azulado, que son además flexibles y de ápice obtuso. Para poder diferenciar este ejemplar de algunos otros parecidos debemos observar el color y el tamaño de las acículas. Es una especie que es utilizada para fines industriales y por el valor de su madera, aunque también se utiliza para fines ornamentales. Gran cantidad de parques en Japón hacen uso de este bonsái, el cual les da un gran valor estético.
El pino blanco japonés silvestre se ha replicado de forma que mediante técnicas se ha logrado obtener un tamaño miniatura conocido como bonsái. Esto se debe gracias a la inhibición del crecimiento del cultivo. Tiene un uso particular en la horticultura donde se han obtenido especies enanas con agujas en forma de barriga y un follaje glauco, todo esto con fines comerciales y con el propósito de adornar espacios interiores y exteriores.
El pino cuenta con hojas pequeñas, y estas dan flores de muy pequeño tamaño, que tienen colores amarillo y marrón. Las flores femeninas presentan color rojo y se ubican en diferentes ramas, las cuales florecen durante la primavera.
Cuidados del bonsái pino blanco japonés
El bonsái pino blanco japonés requiere de un cuidado especial y meticuloso, que incluye un buen riego, poda y alambrado. La persona a cargo del mismo debe conocer cuáles son los periodos del año óptimos para dichos procedimientos botánicos.
La persona a cargo del cuidado debe usar los instrumentos necesarios como pinzas, tijeras y guantes. Esta especie debe estar bajo vigilancia constante y es fundamental que se ubique en un lugar que quede expuesta al sol. Se le debe suministrar abonos que contengan altas cantidades de fósforo, potasio y nitrógeno, los cuales promoverán el crecimiento de las hojas y la fructificación.
Este pino debe utilizar tierra que no esté usada, que no tenga restos inorgánicos y que esté totalmente limpia. No se debe utilizar tierra ya utilizada en otros cultivos, y así se podrá evitar infecciones por hongos, virus o plagas. Se requerirá el uso de macetas o cuencos de formas rectangulares, donde las raíces no toquen el fondo del cuenco.
El bonsái pino blanco japonés debe protegerse una vez se haya realizado el trasplante, durante al menos dos meses y se debe ubicar en un lugar iluminado, pero donde los rayos ultravioletas no entren de forma perpendicular. El árbol recién trasplantado no se debe abonar, sino hasta que realice la primera brotación en la nueva tierra.
No se debe regar el árbol durante los meses fríos de invierno, especialmente cuando haya heladas o riesgo de heladas. Para el riego se debe utilizar regaderas con agujeros finos, está prohibido regar con mangueras a chorro, pues pueden dañar la estructura del bonsái. Utilizando estas regaderas es posible que el agua penetre de mejor forma en la tierra y que sea de forma suave.
El abono a utilizar debe ser orgánico de calidad, que promueva un crecimiento fuerte y rápido, además que no se debe abonar en los meses calurosos, haciéndolo en otoño e invierno.
El cuidado efectivo durante las primeras etapas del crecimiento es lo que permite que el bonsái crezca de manera adecuada y que pueda fructificar lo antes posible.
Situación
El bonsái debe cultivarse a pleno sol, donde reciba directamente los rayos ultravioletas, y desde esa ubicación se puede controlar el riego de la especie. Estas condiciones permitirán un crecimiento fuerte y rápido, logrando ramificaciones frondosas. Es un árbol que no debe estar ubicado ni en sombra, ni en semisombra.
Es importante que el bonsái reciba el frío del periodo invernal y alguna helada, para que las yemas puedan despertarse de la hibernación en primavera. Proteger el bonsái del frío es fundamental mientras esta no sea demasiado suave, ya que, fomentará una brotación inadecuada y débil. Todas estas condiciones permitirán que el cultivo crezca de forma adecuada y esto disminuirá el tamaño de las hojas.
Se debe buscar el sitio adecuado para el bonsái en el patio, y nos trasladar de allí, a menos que ese lugar pierda exposición al sol. Los traslados afectan al bonsái pino blanco japonés.
Riego
El bonsái pino blanco japonés debe regarse muy esporádicamente, porque esta especie se adapta mejor a suelos secos y pobres. Este árbol tiene raíces que alcanzan gran profundidad y pueden alcanzar el nivel freático del suelo, y allí tocar tierras hidratadas, por eso el riego no es primordial.
El riego sólo debe realizarse cuando la tierra esté totalmente seca, y culminar el proceso cuando el agua se rebose por el drenaje del cuenco. Se debe evitar la saturación del suelo y el exceso de humedad, porque se podrían pudrir sus raíces.
Abonado
El abonado es el proceso fundamental para potenciar el crecimiento del bonsái pino blanco japonés. El abono a utilizar debe contener minerales como potasio, fósforo y nitrógeno, esto promoverá la fructificación.
El abono es un fertilizante que viene potenciado con gran cantidad de minerales y que promueve la nutrición del bonsái, esto ayudará al engrosamiento de la corteza del tronco, mejorará la brotación, y permitirá la floración de forma más efectiva.
Poda
La poda se debe llevar a cabo durante los meses de primavera, acortando la longitud de la rama de un 30% a 60%. El pinzado ayudará a que el árbol esté más compacto y que las hojas se mantengan más reducidas. Se podrá eliminar los brotes que aparecen cada dos años y los brotes nuevos durante primavera, esto para ejemplares saludables. Estas prácticas mantienen la forma del ejemplar y el estilo del bonsái.
Las acículas del tronco que ya tienen algunos años deben irse eliminando de forma progresiva, esto se realiza con la mano mediante el uso de guantes. Arrancar las acículas debe hacerse de forma meticulosa, pues si se hace bruscamente debilitará el bonsái. Los ejemplares jóvenes pierden capacidades para la fotosíntesis y capacidades de desarrollo si el pinzado es brusco.
La poda debe ejecutarse procurando dar el modelado correcto al bonsái, y la técnica adecuada es dejando crecer las ramas y podando en la dirección que se desee. En el proceso se van eliminando los brotes indeseados y logrando formas de corte como el estilo moyogui, el estilo chokkan, el shakan, bunji, kengai y yose-ue.
El modelado no cumple un patrón en específico y dependerá de la creatividad del cuidador. Es crucial ir eliminando las hojas ya marchitas para evitar la presencia de hongos, así como ramas no deseadas o secas.
La poda no debe ser drástica sino el árbol no está sano, y se debe hacer para que la luz pueda penetrar a todas las ramas y hojas, y así alcanzar la fotosíntesis. Los pasos a realizar para la poda son; quitar los brotes que aparecen en el tronco, quitar ramas opuestas y cruzadas, y eliminar ramas que salen de forma perpendicular al suelo.
Trasplante
El trasplante del bonsái pino blanco japonés se realiza al inicio de la primavera y se hace cada 3 o 5 años, antes de la primera brotación del año. Una señal importante para comenzar el trasplante es cuando los brotes están hinchados. El trasplante se puede realizar también durante los meses calurosos del verano y al inicio del otoño.
Cuando el bonsái paraliza su crecimiento y la fluidez interna de la savia en el tronco se ha detenido es otra señal para realizar el trasplante. El trasplante en especies jóvenes puede llevarse a cabo cada 2 o 3 años.
Durante el trasplante se debe sanear las raíces podridas y eliminar las ramas no deseadas, con el fin de reducir el tamaño de la copa. Las hojas a eliminar deben ser del tamaño proporcionales a las raíces a eliminar. Las raíces no deben tener contacto con aire mientras se realiza el trasplante.
El fungicida no es obligatorio, pero si se utilizan estas hormonas facilitará el éxito del trasplante, esto también ayudará a promover el crecimiento de las raíces. Cuando se realice el trasplante debe procurarse evitar que las raíces se sequen y que no tengan mucho contacto con el aire.
El sustrato a utilizar para el trasplante debe contener un 40 % de mantillo, 10 % de turba y un 50 % de arena gruesa, la arena gruesa puede sustituirse por suelo de origen volcánico. Las tiendas especializadas venden mezclas para la siembra y cultivo del bonsái, y esta mezcla debe tener un buen drenaje.
Propagación
La propagación del bonsaí pino blanco japonés no se realiza tan fácil mediante injertos, por ello el precio de estas especies es bastante alto. Estos injertos se recomiendan hacerse durante el final del invierno y el principio de la primavera, pero estos injertos son difíciles de llevar a cabo.
Otra forma de propagación es mediante semillas conocidas como piñones y esta se debe llevar a cabo durante los meses de la primavera. Otra forma de reproducción es mediante acodos aéreos y mediante esquejes, pero esta es muy difícil de cumplir en los pinos, y no es fiable para el pino blanco japonés.
Alambrado
El alambrado del bonsái pino blanco japonés se debe realizar durante el invierno y otoño, cuando la especie está en reposo o hibernación. Las ramas del bonsái son flexibles y por ello se debe tener cuidado con el tronco y la corteza del mismo, porque las ramas se pueden dañar fácilmente.
Hay que procurar que el alambre no lastime la corteza del tronco y se debe retirar cuando el tronco comience a aumentar su grosor. Cuando aparezcan marcas del alambre en el tronco es otra señal de que debe retirarse el alambre. El bonsái no debe estar húmedo antes de realizar el alambrado.
Se debe alambrar lo necesario y cuando no se puedan emplear otras técnicas de modelado y cuando no se haya conseguido la forma deseada.
Otoñación del pinus parviflora
La otoñación es un proceso en donde el bonsái cambia su color característico y toma otra pigmentación, allí se puede notar un cambio a colores rojizos y cobrizos. Es una etapa donde los pinos alcanzan un valor estético importante y logran llamar la atención de los usuarios de parques y jardines.
Aquí la especie se prepara para recibir el descanso necesario haciendo uso de los nutrientes y reservas energéticas que llenó durante todo el año. La hibernación es un proceso donde los árboles obtienen el descanso necesario para cumplir con sus funciones el próximo año.
Enfermedades del bonsái de pino blanco japonés
Los pinos son resistentes a las enfermedades y no sufren de plagas con facilidad, sin embargo, hay muchas enfermedades que pueden afectar. Enfermedades como hongos; que se producen por el exceso de humedad, por podredumbre, y por otras afecciones como la armilaria y el cáncer.
Los cochinillos; son insectos que chupan la savia del ejemplar y destruyen la corteza del árbol, tienden a preferir los especímenes jóvenes. La polilla afecta a las yemas, ya que ahí ponen sus huevos. Las orugas tejen redes cerca de las yemas y deforman y destruyen los nuevos brotes.
No se deben confundir las enfermedades del bonsái con los hongos, ya que los hongos hacen simbiosis en las raíces y tienen un olor blanquecino con un olor característico. Los hongos requieren un tratamiento diferente a las enfermedades generadas por plagas.
El uso de insecticidas adecuados permitirá eliminar las enfermedades adecuadamente y atacar las plagas, pero se puede evitar el uso de insecticidas si se realiza una siembra efectiva y abonado sustancioso. Los insecticidas representan un gasto monetario alto y trae problemas al ecosistema.
¿Cómo hacer un bonsái pinus parviflora?
Plantar un bonsái mediante injertos es bastante complicado, por eso se recomienda la plantación mediante semillas. El desarrollo mediante esquejes también resulta complicado y no es confiable. Se debe procurar una buena siembra, una poda adecuada y usar un terreno adecuado con las características necesarias.
Durante el crecimiento del bonsái pino blanco japonés no se debe podar con brusquedad, y las raíces deben acortarse de manera progresiva y leve. Las raíces más gruesas se eliminarán dejando las más finas. Para saber el tamaño de la raíz a eliminar, y así no dañar el árbol, se debe dejar el 30% o más de volumen de las raíces que de la copa.
Es fundamental acudir a un experto en caso de tener dudas respecto al cuidado del bonsái y a la poda de las raíces y ramas. Podar las raíces para la plantación sólo debe hacerse cuando se hace el primer trasplante, y entre la poda y el trasplante debe esperarse mínimo tres semanas de tiempo.