Bonsái Enebro Común

El bonsái enebro común es uno de los árboles miniaturas que tienen gran durabilidad y longevidad. Es una especie que se adapta muy bien a diseños con madera muerta y que tiene finas almohadillas de agujas.

Es un árbol de lento crecimiento y no requiere de gran mantenimiento o cuidado. Este espécimen también conocido como bonsái junípero es un ejemplar altamente recomendado para decorar espacios interiores. El nombre científico de esta especie es Juniperus communis. Y su nombre común es Enebro o Junípero.

Si necesitas identificar tu árbol puedes echarle un vistazo a nuestra guía completa para identificar tu bonsái.

Datos básicos

Pertenece a la familia de las Cupresáceas y del género Juniperus, pero este género contiene una gran diversidad de especies. Este ejemplar es una conífera que tiene una corteza duradera y resistente, que además la hace vistosa.

Los troncos son sinuosos y que tiene gran cantidad de madera muerta. Este ejemplar al ser de lento crecimiento logra una longevidad amplia. Mantiene un estilo en semi cascada y tiene raíces visibles que se pueden observar desde el exterior.

El bonsái debe ubicarse un lugar con semisombra durante el verano, sin embargo, el resto del año debe situarse en un lugar que reciba de forma directa los rayos del sol. Durante el verano puede ponerse a la sombra, pero el crecimiento será más lento. La sombra beneficia el color del ejemplar y darle un toque estético.

Este es un ejemplar que tiene gran resistencia a las heladas y que no requiere de resguardo durante la llegada del invierno, por eso puede dejarse en zonas exteriores. Cuando el bonsái ha sido trasplantado y sembrado en una maceta el cuidado es bastante sencillo.

Juniperus communis enebro común

Es una especie que recibe muy bien cualquier tipo de tiempo desde altas temperaturas y sequía hasta épocas de intenso frío.

Para el bonsái enebro común se recomiendan diversos tipos de macetas que van desde las rectangulares hasta las ovaladas. Las macetas rectangulares se adecúan para el empleo de Jin y Shari. Las macetas ovaladas se utilizan para dar toques armoniosos y para conseguir el equilibrio de la copa.

Hay otros tipos de macetas como las planas y redondas son empleadas para dar al bonsái un modelado divertido. Las macetas con bandeja de goteo no se utilizan para estas especies pues este ejemplar no debe ubicarse en zonas interiores.

Cuidados del Bonsái Enebro Común

Es una especie que no requiere de cuidados excepcionales, aunque debe seguir ciertas pautas para evitar el deterioro de la misma. Las raíces son sensibles y si al momento de trasplantar el ejemplar estas se cortan demasiado, el ejemplar se verá muy deteriorado.

No se debe trasplantar el bonsái en épocas que no sean recomendadas y se debe dejar la cantidad de raíces necesarias para que el bonsái no sufra.

Al momento de abonar a la especie no se debe abusar de la cantidad de nitrógeno que contiene el fertilizante, pues aparecerán hojas espinosas indeseadas. También es importante evitar cortar de forma drástica las hojas, para que luego no crezcan en forma de aguja.

Al momento de podar el árbol muchos especialistas recomiendan solo pinzarla para evitar inadecuados rebrotes.

El árbol puede alcanzar hasta 10 metros de alto y se consigue en todo el hemisferio norte, es una especie que se adapta a la perfección a lugares extremos y con condiciones desfavorables. Generalmente estos lugares tienen bajos contenidos de nitrógeno.

Es una especie que resiste muy bien fuertes ráfagas de viento, pero requieren de macetas para soportar mejor estos vientos y las heladas. Se recomienda el uso de macetas rectangulares para dichas condiciones de frío extremo.

Situación

El bonsái debe ubicarse en un lugar soleado, pero en verano debe ponerse a la semi sombra para que mejore su color. Es un árbol que tolera de forma increíble el calor y la sequedad presente en el aire. No se debe abusar de la sombra ya que de lo contrario las ramas se alargan demasiado.

Durante el invierno el bonsái no requiere de gran resguardo, excepto cuando las temperaturas descienden por debajo de los -15 °C y cuando también debe evitarse su deshidratación. El sustrato donde se situará en bonsái debe contener un 50% de arena de río y 50% de akadama. Este árbol requiere de suelos de origen volcánico pues les facilita el drenaje y la alimentación.

Un suelo bien drenado favorece el sano crecimiento de las raíces ya que el sustrato no se encharcará ni se pudrirán las raíces. La zona donde se sitúe el bonsái debe contener un cierto grado de humedad natural.

El enebro común durante el invierno debe ubicarse a pleno sol y durante el verano debe ubicarse por lapsos a semi sombra y por otros periodos a pleno sol.

Riego

riego automatizado del bonsái

Es una especie que requiere de un riego regular para su buen mantenimiento, a pesar de todo resisten bien la sequía. Los periodos de sequedad a los cuales se somete deben ser cortos y no esperar a que la especie pierda completamente la humedad.

Los expertos en bonsáis recomiendan el uso de regaderas con micro orificios para que las gotas puedan penetrar de mejor forma la superficie del Enebro. Es beneficioso dejar secar la tierra entre cada riego, y no encharcar el sustrato para que no se pudran las raíces.

El sustrato debe ser permeable, pero además poseer un buen drenaje para que no aparezcan hongos ni especies fúngicas.

La calidad del agua es fundamental pues debe emplearse agua de lluvia obtenida de sistemas de recolección o en su defecto utilizar agua mineral o de manantial. Está prohibido el uso de agua de la llave, pues esta contiene compuestos como cal y cloro que afectan negativamente al bonsái. El cloro y la cal presente en el agua produce la aparición de manchas blanquecinas en las hojas del Enebro.

Durante el invierno debe regarse con mayor frecuencia el Enebro para evitar su deshidratación. No sólo deje regarse los elementos del bonsái sino también el sustrato, pues esto mejorará las condiciones del suelo y la proporción de alimento presente.

Abonado

El abono es un elemento fundamental para el crecimiento del bonsái. Toda planta sana o enferma requieren de fertilizantes para poder mejorar y potenciar sus condiciones de crecimiento. Se debe fertilizar el bonsái cada dos semanas durante la época de crecimiento que va desde abril a septiembre. Es importante utilizar fertilizante orgánico para obtener mejores resultados.

El fertilizante líquido también es recomendado para abonar la especie y debe cubrirse todas las zonas. El uso excesivo de nitrógeno mediante el abono provoca resultados indeseados.

Los meses de intenso calor no deben ser utilizados para abonar la especie. Puede acompañarse el uso del abono con hormonas de crecimiento que potencian el desarrollo de las raíces, ramas y hojas. Los elementos principales que debe contener el fertilizante son potasio, nitrógeno y fósforo.

Poda

cómo podar un bonsái

La poda del bonsái enebro común debe llevarse a cabo desde otoño hasta la finalización del invierno. Pinzar las hojas cortando las puntas mejorará los futuros brotes, para ello no se requiere de tijeras y con nuestros dedos bastará.

Realizar un constante despunte es necesario pues mejorará la calidad de los brotes venideros. Es una planta que mantiene gran resistencia a las condiciones extremas, pero que necesita de un mantenimiento laborioso para lograr el modelado deseado.

Es una especie que generalmente no se poda con tijeras, sino que debe pinzar con los dedos. Pinzar regularmente el bonsái mantiene compacto el bonsái y para hacer esta labor se debe sostener el brote con los dedos pulgar e índice y con la otra mano despuntar.

Existen diversos estilos para realizar la poda del bonsái, sin embargo, el diseño recomendado es el estilo informal vertical o también llamado estilo Moyogi.

Hacer la poda a un bonsái no tiene la función única de modelar al ejemplar sino también se busca dar salud y mantener la especie con un crecimiento potente.

 Alambrado

Alambrar un bonsái es proveer de firmeza y sujeción al suelo. El Enebro puede alambrarse durante cualquier época del año. En época de verano debe cuidarse el bonsái en pleno crecimiento, ya que, al engrosar la corteza, el alambre puede dañar la superficie.

El alambre se deja en el bonsái en un periodo de 12 a 24 meses lada que los brotes pueden reubicarse y no volver a su posición original.

El calibre del alambre puede variarse dependiendo de la zona a alambrar, ya que la corteza del tronco requiere un calibre mayor que el de las ramas. No se debe alambrar dejando hojas o agujas entre el alambre y la rama. Es recomendable utilizar alambre de cobre pues brinda mejores prestaciones que el alambre de aluminio, además que tiene mayor flexibilidad.

Trasplante

con que frecuencia trasplantar un bonsái

El bonsái enebro común debe trasplantarse cada 2 o 3 años cuando el ejemplar es joven y en caso de ejemplares viejos trasplantar cada 4 a 6 años. Algunas veces el crecimiento del bonsái se realiza a mayor velocidad y por ello se requiere trasplantar con más frecuencia. El trasplante no depende únicamente del crecimiento sino también del tamaño de la maceta.

Se recomienda trasplantar un bonsái a finales de primavera, aunque en septiembre tampoco habría problema de hacerlo. Es crucial utilizar un suelo para la maceta que cumpla con las condiciones necesarias de permeabilidad y de alimento, por ello se requiere suelos como akadama o Kiryu.

No se pueden utilizar suelos húmedos o de grano fino ya que afectan de forma negativa a las raíces, que se pueden durante el invierno. Los expertos en botánica y en bonsái recomiendan a los usuarios a checar periódicamente el pH del suelo para así evitar la fuerte salinidad o acidez del sustrato, que a la larga produce inconvenientes.

Cuando el suelo donde está trasplantado el bonsái se encuentre muy ácido, puede dársele un toque básico con un cal. No se debe exceder en la cantidad de cal que se le aplique ya que se producirán manchas blanquecinas en el cuerpo del ejemplar.

Un punto fundamental para darnos cuenta cuando el bonsái requiere trasplante es cuando las raíces del mismo ya estén muy juntas y no exista partes de sustrato entre sí. Esto indica que la especie ya ha consumido el total del alimento disponible en el sustrato y debe reemplazarse la mezcla de suelo.

Propagación

Cuando hablamos de propagación nos referimos a la multiplicación del ejemplar y como el usuario puede replicar esta especie en otro ejemplar. Generalmente esta especie tiene una propagación mediante estacas, sin embargo, cuando se hace complicada esta labor debe realizarse injertos.

Se deben hacer injertos de una germinación obtenida mediante semillas, esto debido a que algunos tipos de enebro común son difíciles de enraizar.

Mediante semillas se debe hacer la clonación mediante técnicas ornamentales donde se obtienen las debidas plántulas. Las semillas pueden recolectarse durante los meses de octubre y noviembre, justo cuando hayan madurado los frutos del ejemplar.

Si deseas obtener una buena germinación es importante quitar las semillas presentes en los frutos y lavar con ácido sulfúrico, para luego así estratificarlas. El proceso de estratificación dura de 3 a 4 meses y las semillas deben ser refrigeradas a 4 °C.

En el caso de no disponer de ácido sulfúrico debe utilizarse un proceso de estratificación cálida, pero esta dura de 2 a 3 meses y ahora plantaremos las semillas en los meses de verano.

Cuando se lleva el proceso de forma normal la siembra de la semilla se lleva a cabo en los meses de primavera. Algunos especialistas recomiendan el uso de invernaderos o cajas contenidas en los patios. El proceso de germinación y desarrollo de la plantilla puede tardar hasta 3 años.

Otoñación del bonsái juniperus communis

Los bonsáis enebro comunes no requieren de gran resguardo cuando llega el invierno ni en las etapas previas del otoño. La otoñación es un proceso de preparación para el invierno, donde el bonsái comienza un largo periodo de letargo.

En este momento se debe cuidar al ejemplar de la deshidratación dándole riegos sufrientes evitando así que se cristalicen las gotas de agua presentes en el sustrato. Durante este periodo el bonsái debe ubicarse al sol, aprovechando especialmente los momentos como el mediodía cuando los rayos solares penetran de forma perpendicular la superficie de la tierra.

En este punto ya han madurado los frutos del bonsái y es cuando se puede comenzar la recolección de las semillas que se van a plantar en los semilleros con el fin de hacer injertos y nuevos ejemplares.

Las agujas suelen tornarse de color marrón o marrón rojizo, y esta es la forma como el bonsái se protege de las bajas temperaturas. Esta es una técnica que utilizan otras especies a través del cambio de su pigmentación para obtener protección al frío.

Al caer la primavera el color verdoso de las hojas vuelve con rapidez y se puede detallar cómo comienza un nuevo ciclo para la especie. Este ciclo se lleva a cabo gracias a que el bonsái ha podido alimentarse durante todo el invierno y tener un descanso óptimo.

Enfermedades del bonsái juniperus communis

Una de las enfermedades que sufre el bonsái enebro común es la roya de la pera que se distribuye por todo el ejemplar y puede llevar a formar nódulos y el engrosamiento de las ramas. Algunos de estos ejemplares resisten muy bien a esta plaga, pero otras pueden denotar manchas naranjas y excrecencias que pueden llegar a ser hasta gelatinosas.

La humedad es un factor negativo para el bonsái, ya que además de provocar la pudrición de las raíces, puede llegar a producir la aparición de hongos y enfermedades fúngicas. Estos hongos deterioran tanto al bonsái que causan la caída de hojas y de ramas dañándolas por completo.

¿Cómo hacer un bonsái enebro común?

juniperus communis bonsái

Para hacer un bonsái enebro común no se requiere de gran cantidad de herramientas de alta calidad como sí pasa con otras especies. Son bastante económicas para su modelado e incluso no se recomienda podar con tijeras.

Es fundamental comprar un fertilizante de buena procedencia y que sea netamente orgánico, pues esto facilitará el crecimiento y desarrollo de la especie.

Crear un bonsái enebro común es una tarea que se puede llevar a cabo mediante la técnica del injerto. Durante el otoño se deben tener las semillas ya sembradas y con sus plántulas creadas en un semillero, además corroborar que el tronco esté totalmente recto.

Estas plántulas se extraen del semillero y se plantarán en macetas durante los meses de primavera. Ahora se debe regar esta planta de forma periódica y tratar de poner por periodos la planta a la sombra y al sol de forma alternada.

Se debe injertar la plántula a suficiente profundidad y dotar de una técnica de enchapado de costado. Es importante anclar la plántula con bandas de caucho a los extremos de la maceta para que no se tuerza.

Luego de finalizado este proceso debe cuidarse el ejemplar dándole periódicamente hormonas de crecimiento y un buen abonado.

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