El bonsái criptomeria japonesa es un tipo de especie conocida como cedro japonés, pero no pertenece a la familia cedrus sino a la familia taxodiaceae. Es un tipo de planta conífera de hoja perenne, originaria de los bosques de China, Japón y otras regiones del continente asiático. Mantiene una forma cónica mientras va creciendo y desarrolla un tronco rojo de corteza gruesa. Las hojas son angostas de color verde claro, que mantienen forma de espiral dispuestas en grupos de cinco.
El bonsái criptomeria japonés es un árbol de crecimiento lento y que le cuesta producir troncos de gran grosor. De esta especie pueden producirse diversos tipos de bonsái, los cuales requieren diversos pinzados para su modelado. Las partes del árbol que no reciben luz solar tendrán un color diferente a las partes que sí tienen incidencia solar. Es un árbol de gran tamaño que puede alcanzar hasta los 70 metros de altura, y un tronco de 4 metros de diámetro.
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Datos básicos:
El bonsái criptomeria japonesa tiene un tronco de corteza roja que produce flecos y tiras verticales. Las hojas tienen la característica de crecer en forma de espiral, como una aguja y que llega hasta un centímetro de largo. Los frutos que produce mantienen forma globular con diámetros de 1 a 2 cm y que producen de 20 a 35 escamas. Es una especie que se diferencia de la sequoia gigante ya que la otra especie cuenta con conos pequeños, una corteza más dura y hojas más largas.
Este bonsái se cultiva con frecuencia en China, y es se le saca mucho partido como planta ornamental y para la producción de madera. Esta planta pertenece a la familia Cupressaceae, y es del género cryptomeria. Se le conoce también como sugi y es el árbol nacional de Japón, utilizado para adornar templos, palacios y jardines.
Este tipo de árbol es utilizado para la reforestación de jardines, bosques y centros naturales protegidos en Japón y China. Las zonas reforestadas con este espécimen son del tipo templadas, de climas fríos y donde la temperatura puede alcanzar bajos niveles. Incluso se ha utilizado para la reforestación de otros países como Inglaterra y Estados Unidos.
La madera del bonsái criptomeria japonesa se reconoce por su olor intenso que puede aromatizar jardines e interiores. El interior de la corteza mantiene un color rosado, que puede resistir la acción del agua. La corteza es resistente y el bonsái criptomeria japonesa más grande se encuentra en Yakushima, Japón, conocido como Jomon Sugi.
Cuidados del bonsái cedro japonés
El hábitat natural del bonsái cedro japonés son los bosques pertenecientes a zonas montañosas de regiones templadas. Estas regiones se caracterizan por tener clima oceánico, con altas precipitaciones, ubicadas en el centro y sur del país nipón. El tronco requiere de un cuidado especial pues las hojas son pequeñas, y algunos de sus ejemplares solo crecen hasta 50 cm cada 30 años de vida.
Se requiere el uso de instrumentos especializados para el cuidado de este bonsái criptomeria japonesa, como tijeras, pinzas, regaderas con micro perforaciones y guantes de jardinería. El uso adecuado de los instrumentos permitirá el sano crecimiento del ejemplar.
Este bonsái debe recibir un despunte con normalidad durante los meses de verano y dependerá del tipo de criptomeria, ya que algunos ejemplares como el sekkan-sugi es de crecimiento lento, y esta no requerirá tantos despuntes. El pinzado del espécimen se conoce como cortar las puntas y se debe eliminar los nuevos brotes que aparecen, y que tengan al menos 1 centímetro de largo.
No se debe abonar el árbol cuando esté recién trasplantado, y se tiene que esperar a la siguiente brotación. Tampoco se debe regar los ejemplares de zonas exteriores que hayan pasado por una helada o por temperaturas muy bajas.
Situación
El bonsái criptomeria japonesa se debe cultivar en zonas exteriores, las cuales reciben humedad y vientos constantes. La zona debe ser fresca y el ejemplar puede recibir semisombra, aunque debe tener gran incidencia solar. Es fundamental controlar el riego para que el crecimiento sea sano y fuerte, con ramificaciones frondosas y vigorosas.
El sustrato que se utilizará para plantar la especie debe contener humedad y no debe estar totalmente seco. No es conveniente dejar el ejemplar a pleno sol durante el día y menos si estamos en los meses de verano. Durante el verano es cuando se puede regar el bonsái con más frecuencia.
Todo árbol requiere sentir el paso del invierno y el frío, con el propósito de poder despertar las yemas durante la primavera. Cuando las temperaturas disminuyan por debajo de los -5 °C es importante proteger el cedro japonés, y se debe guardar en una zona interior del hogar. También se puede hacer uso de un invernadero para resguardar la especie cuando las temperaturas descienden.
Este ejemplar necesita de una ligera sombra y el sol del mediodía afecta a sus hojas. A las 12 del mediodía es cuando el sol se ubica en el punto de mayor incidencia y donde sus rayos penetran la superficie de la tierra de forma perpendicular. Durante el invierno las hojas o agujas de este árbol cambiarán la pigmentación y tendrán colores pardos rojizos. Sin embargo, cuando llegue la primavera volverá el verde de sus agujas.
Riego
El riego se debe realizar de forma constante cuando el bonsái está en etapa de crecimiento, pero durante el verano debe disminuirse. Si el bonsái no cuenta con agua suficiente ni humedad, es posible que el ejemplar se vea afectado y comenzará a perder hojas. Esta especie no tiene resistencia a la sequía.
Se debe utilizar una regadera con agujeros muy finos para que el agua penetre de mejor forma la superficie del sustrato y que esto lo haga con suavidad. No pulverizar las hojas ni mantener el lugar donde el ejemplar está muy húmedo, la humedad en exceso también deteriora el bonsái. El exceso de humedad permitirá la aparición de hongos y otras enfermedades.
Regar el bonsái es una tarea que permitirá el sano crecimiento del mismo, además que mejorará las condiciones del sustrato. Las largas raíces del cedro japonés captarán el agua que se encuentre no solo en la parte superficial del sustrato sino también en la profundidad.
Abonado
El abonado del bonsái criptomeria japonesa es una actividad importantísima y permitirá la larga longevidad de la especie. Es fundamental abonar al menos cada 15 días en los meses de primavera a otoño, dejando de hacerlo en invierno. Es crucial usar diversos tipos de abono dependiendo del mes del año en el que nos encontremos, ya que en primavera el bonsái requerirá abonos altos en nitrógeno debido a que las yemas se estiran.
En los meses de verano se utilizará un abono con nitrógeno equilibrado, y en otoño y a finales de verano se utilizará un abono bajo en nitrógeno. Se reduce la cantidad de nitrógeno en el abono con el fin de fortalecer el sistema radicular del árbol.
Los abonos podrán contener mezclas de compost de desechos orgánicos como conchas de verduras y vegetales, además que podrá contener también estiércol.
Poda
La poda es la actividad que se realiza para mantener la sanidad del ejemplar y darle un toque estético. El bonsái criptomeria japonesa es una especie de crecimiento veloz, por lo que se debe realizar un despunte frecuente. Se debe ir cortando los nuevos brotes que van apareciendo en la época de crecimiento, y durante los meses de verano e invierno ir cortando las ramas.
Se debe modelar el ejemplar cortando las puntas con las manos, dejando espesar la parte aérea. Cuando se realiza una poda fuerte, el árbol rebrota con fuerza, por eso se recomienda solo podas de mantenimiento o en caso que el ejemplar esté enfermo. La copa debe cortarse solo una vez al año y ser de forma selectiva, ya que muchas intervenciones en poco tiempo afectan su crecimiento.
Es de vital importancia eliminar las ramas y hojas que se encuentren dañadas, con el fin de hacer más compacto el bonsái criptomeria japonesa. Además, que existen diversos tipos de modelados que se pueden hacer con el fin de utilizar la especie para adornar zonas interiores. El uso de tijeras puede deteriorar las hojas, y los cortes deben ser muy limpios.
Trasplante
El trasplante se realizará a un sustrato que tenga una mezcla de mantillo con mayor proporción, arena de grano grueso y suelo de origen volcánico. Suelos como el akadama se adaptan muy bien para la siembra de un bonsái criptomeria japonesa. Esta práctica se pondrá en marcha cuando los brotes se hayan hinchado, antes de la primera brotación del año cada dos o tres años.
Es importante sanear las raíces que se encuentren podridas y podar regiones del árbol que se encuentren deterioradas para hacer el trasplante. Las raíces al igual que las hojas deben eliminarse para poder trasplantar, dejando un 30% de más volumen de raíces que copa. En caso de tener dudas con el arreglo previo del ejemplar es importante preguntar a un experto para recibir las indicaciones adecuadas.
Al momento de traspasar el bonsái de un cuenco a otro, o de un sustrato a otro, esto debe hacerse lo más rápido y delicado posible, ya que, el manejo brusco y el contacto de las raíces con el aire puede deteriorar el crecimiento. La tierra a la cual se va a trasplantar debe estar totalmente limpia, debe ser nueva y no debe contener restos orgánicos en ella. Esta mezcla tampoco debe haber sido utilizada con anterioridad ni contener hongos, infecciones u otros microorganismos infecciosos.
Es recomendado el uso de cuencos ovalados esmaltados para dar un toque estético al ejemplar, además que el árbol recién trasplantado debe ubicarse en una zona con bastante iluminación, evitando la exposición directa a los rayos ultravioletas.
Propagación
La propagación del bonsái criptomeria japonesa puede hacerse mediante semillas, las cuales pueden sembrarse inmediatamente después de la recolección, pero no es obligatorio. Estas deben recogerse durante el otoño y sembrarse en esos meses, esperando la germinación durante marzo y abril. La propagación mediante semillas es un proceso que puede tardar necesitando de cuidado y dedicación.
La multiplicación mediante esquejes se llevará a cabo durante los meses de verano y primavera, en donde se toman los esquejes de los brotes de los meses invernales y se trasplantan a otra superficie.
Las estacas pueden tomarse con una longitud de 5 a 12 centímetros, desde una madera verde y donde estas puedan romperse al doblarse. Se deben enraizar en una superficie de arena, la cual tenga altas temperaturas, pero manteniendo las estacas en una temperatura fresca. Si se realiza un tratamiento mediante hormonas de crecimiento se permitirá la estimulación del crecimiento.
Alambrado
El alambrado es un proceso en donde se busca fortalecer la corteza del bonsái y mantener un sano crecimiento. El crecimiento de este tipo de especie, muchas veces es muy compacto, por lo que el alambrado se convierte en una práctica complicada. Se busca enraizar y sujetar los troncos y ramificaciones del árbol, llevando esta labor a cabo durante los meses de primavera y verano.
Algunos expertos recomiendan no realizar el alambrado del bonsái criptomeria japonesa, cuando se haya empleado una poda correcta. Los meses para un alambrado efectivo son abril, mayo, junio y julio, dando tiempo a que las ramas se curen de las bajas temperaturas del invierno. Las ramas cuentan con una importante flexibilidad y por ello el alambrado debe ser meticuloso, porque de lo contrario las mismas se separarán de sus uniones.
Dobla las ramas que sobrepasen los 3 cm de ancho de forma gradual y coloca la rafia en la corteza del tronco antes de que pongas el alambre. Esta práctica es aconsejable en las épocas de mayor vigor del bonsái cedro japonés, y no se puede ejecutar en especies enfermas y deterioradas.
Las ramas gruesas del cedro deben quedar ubicadas en una zona adecuada y para esto es necesario alambras incluso más de una vez. Es fundamental vigilar las marcas que el alambre va dejando en el bonsái, ya que la corteza del tronco va aumentando su grosor y se debe evitar la aparición de marcas profundas.
Antes de alambrar no se debe regar el bonsái criptomeria japonesa debido a que el agua disminuye la resistencia de la especie frente al alambre. Si no se ha conseguido un modelado adecuado, es obligatorio el alambrado de la especie.
Otoñación del bonsái criptomeria japonesa
Esta especie adquiere un color rojo cobrizo durante los meses de otoño, que la hacen convertirse en una de las más bonitas de Japón y el continente asiático. La pigmentación que adquiere dura así hasta el inicio de primavera, y los pigmentos son producidos por el bonsái para protegerse del frío.
El ejemplar al ser perennifolio no pierde sus agujas durante el invierno, por lo que su corteza, tronco y ramas no quedan desnudas. El bonsái es un tipo de árbol que acumula durante todo el año nutrientes, proteínas y alimento para utilizarlo en el invierno.
El invierno es la etapa donde el bonsái hiberna, que es el descanso necesario para afrontar un nuevo año y cumplir con todos los procesos fotosintéticos. Este descanso es totalmente necesario, pues si la especie no tiene el largo sueño invernal, es probable que muera al siguiente año.
Enfermedades del bonsái criptomeria japónica
Una de las enfermedades de este bonsái es el desecamiento de coníferas, y es producido por organismos fúngicos. Los síntomas de esta enfermedad es resequedad de las agujas, y la plata va perdiendo humedad, por lo que va muriendo lentamente. Esta planta sin embargo es muy resistente a las afecciones y si se ha realizado un adecuado trasplante, siembra, poda y riego, es muy difícil que el bonsái se enferme.
Los tratamientos que se deben emplear serán diferenciados para cada plaga o enfermedad, por lo que no hay una receta mágica que cure todas las enfermedades del bonsái. Se necesita la colaboración de un experto para determinar cuál es la plaga o afección que tenga la especie y así determinar un tratamiento adecuado.
El uso de insecticidas y pesticidas es vital para eliminar las plagas que deterioran el bonsái, así como palitos que se introducen en el sustrato y matan ciertos microorganismos. Estas sustancias químicas pueden ser dañinas para la salud y por eso se deben aplicar mediante el uso de guantes, mascarillas y lentes de protección.
¿Cómo hacer un bonsái criptomeria japonesa?
Hacer un bonsái es una labor que necesita de cuidado, meticulosidad y conocimiento. Estas especies requieren de un cuidador que tenga las herramientas necesarias y el capital para invertir en hormonas de crecimiento, vitaminas, abonos de alta calidad y pesticidas de ser necesarios. La persona que decida cultivar un bonsái tiene que tener el conocimiento de que en cualquier momento deberá requerir de los servicios de un experto en botánica.
Al momento de elegir el método de siembra por semillas, se prefiere elegir aquellas que están totalmente secas y sin partiduras o fisuras. Las semillas deben sembrarse seguido a su recolección, y no esperar mucho tiempo, debido a que quedan inservibles. En el caso de guardar las semillas para una posterior siembra, estas deben conservarse en máquinas de refrigeración.
Cuidar la especie solicitará el uso de cuencos especiales, un sustrato adecuado para realizar la siembra y trasplante y un riego adecuado. Si todos estos pasos se realizan de forma adecuada, el bonsái crecerá y tendrá una fructificación adecuada.
Otras formas de producción y multiplicación de bonsáis son mediante estacas y esquejes, los cuales se presentan como un método más rápido, pero más difícil de concretar. Recordemos que esta especie dependerá de otros factores importantes como el clima, la humedad y la incidencia de los rayos solares.