Muchos nos preguntamos cómo trasplantar un bonsái y es que si no somos conocedores en la materia esta tarea se podrá tornar complicada. Lo más recomendable es seguir las instrucciones que vamos a darte para que puedas trasplantar tu especie de la mejor forma. Otra de las dudas que muchas veces se nos presenta es cuando debemos trasplantar y las señales que indican el momento exacto para realizar la labor.
Las raíces de cualquier árbol crecen lo suficiente para poder encontrar alimento, especialmente agua. Estas raíces pueden extenderse por el sustrato y llegar hasta grandes profundidades en su búsqueda por nutrientes. Ahora bien, los bonsáis al estar plantados en macetas y cuencos no tienen gran espacio para desarrollar sus raíces. Por esta razón cuando las raíces saturen la superficie del sustrato de la maceta deben ser trasplantadas a otra maceta con un nuevo suelo.
La tierra donde está contenido el bonsái con el tiempo va perdiendo sus características y la calidad se hace paupérrima, esto impide que la especie pueda obtener nutrientes para vivir. Por esta razón el árbol necesita ser trasplantado, además que se verá como el agua que recién se aplica en el riego no penetra de forma efectiva la tierra. Otras de las características de un bonsái que necesita ser trasplantado es que si lo levantamos del cuenco se pueden observar todas su raíces aglomeradas y enredadas entre sí.
El suelo es sin duda el factor más importante para que el trasplante se realice con éxito, muchos expertos recomiendan suelos como el kanuma, que tiene un pH bajo y que no acidifica el bonsái. Actualmente existen mezclas como el terrabonsai que permite mantener la humedad que será absorbida por las raíces. Esta mezcla es recomendada para especies jóvenes que están comenzando su etapa de crecimiento vigoroso.
Más información acerca de los cuidados generales de los Bonsáis o consulte nuestras guías de cuidados según las diversas especies de Bonsáis.
¿Cuál es la mejor época para trasplantar un bonsái?
La mejor época para realizar el trasplante de la especie es al inicio de la primavera, cuando ya ha hibernando y ya ha aprovechado el descanso invernal. En este momento el árbol está preparado para comenzar su periodo de crecimiento vigoroso.
El periodo adecuado entonces será los meses de marzo y abril para el trasplante, en esta época el árbol comenzará su brotación. De esta forma se le saca provecho al crecimiento de las raíces y así se evita que las heladas de invierno lastimen a una especie recién trasplantada. Esta es una de las razones fundamentales de porque no se debe trasplantar en el invierno.
Pasos para trasplantar un bonsái
Para trasplantar un bonsái se requiere de una serie de pasos fundamentales, los cuales deben respetarse al pie de la letra para que la especie pueda crecer vigorosamente. Estos pasos son:
- Preparar el cuenco en el cual se trasplantará el bonsái, además de tener las herramientas necesarias. Esto es fundamental ya que si no disponemos de los utensilios necesarios no podemos hacer las labores de mantenimiento eficientemente.
- Los agujeros del cuenco deben taparse con una rejilla para evitar perder el sustrato que ahí se depositará. Esta rejilla se debe sujetar con ganchos a la base de la maceta.
- Estos agujeros que están en el fondo del cuenco deben limpiarse utilizando alambres que se pasan por los mismos y retiran la tierra vieja.
- Se debe retirar el árbol miniatura del cuenco viejo e ir retirando la tierra vieja de sus raíces. En este punto las raíces se deben encontrar enredadas y acumuladas formando un bulto. Es importante desenredar estas raíces y para ello podremos servirnos de un rastrillo pequeño o utilizar agua de chorro o grifo.
- Cortar las raíces en un 30%, esto con el fin de eliminar las partes que ya no sirvan y que impidan la absorción de nutrientes.
- Es importante pasar alambres por estos agujeros y se deben sujetar a la rejilla y base del cuenco para fijar el bonsái al mismo. Esto facilitará el enraizamiento de la especie y se podrá desarrollar con más rapidez, mejorando su crecimiento.
- Sembrar el árbol en el nuevo cuenco con tierra nueva. En este momento trataremos de meter las raíces con la ayuda de un bastón pequeño y evitando que no se produzcan bolsas de aire. Si se producen bolsas de aire al momento de regar la especie, el nivel del sustrato descenderá y las raíces quedarán en el aire.
- Rellenar el tiesto necesita consiste de ligeros movimientos con el bastón y la mano para que la tierra quede compacta.
- Regar con agua limpia y parar este procedimiento cuando el agua comience a salir limpia por los agujeros del drenaje.
¿Con qué frecuencia debo trasplantar un bonsái?
Un aspecto vital para el trasplante de una especie, es la frecuencia con la que se realiza. Esto dependerá principalmente de la edad del bonsái, porque una especie joven al crecer con mayor rapidez necesitará un trasplante más seguido.
Otro aspecto que determinará el trasplante del bonsái es el tipo de especie. Los bonsáis que producen frutos se deben trasplantar al menos una vez al año y los bonsáis del tipo coníferas requieren un trasplante cada 5 años. Sin embargo, algunas veces los ejemplares tienen un crecimiento independiente e individual, por eso habrá que observar su evolución con detenimiento para saber cuándo trasplantarlos.
Uno de los datos que utilizan los expertos en bonsáis y que recomiendan es que las especies en etapas de formación deben trasplantarse cada año, máximo dos años y las especies formadas cada 3 años como mínimo. Los árboles longevos que reciben un mantenimiento efectivo no requerirán un trasplante frecuente.
El trasplante es una labor que debe promover el crecimiento de las raíces y que se desarrollen fuerte, para ello utilizar grano fino en el caso de árboles más longevos. En cambio, para árboles jóvenes en etapa de crecimiento requieren de sustratos de grano grueso, pero de esto te hablaremos a continuación con mayor detalle.
¿Qué tierra utilizar para el trasplante?
El sustrato es la característica fundamental para que el trasplante funcione. El nuevo cuenco debe contener un suelo óptimo y que tenga condiciones de drenaje ideales. Los poros de la tierra permitirán la respiración de la planta lo cual es necesario para sus procesos vitales.
Las características que debe tener el sustrato es contener una tierra de grano duro o semiduro con un tamaño de grano grande. Esto impedirá que se deshaga con facilidad al tener contacto con agua.
Las mezclas recomendadas deben mantenerse firmes y no deshacerse, permaneciendo así por el mayor tiempo posible. Estas mezclas deben contener un tipo de suelo como el akadama y estar combinado con un suelo más resistente como el pomice o el kiryuzuna.
Aquí te presentamos una serie de mezclas y sus respectivas proporciones dependiendo del tipo de bonsái:
- Para árboles caducifolios: 10% pomice y 90% akadama.
- Para árboles coníferas: 80% pomice y 20% akadama.
- Para árboles de hoja perenne: 20% de pomice y 80% de akadama.
- Para olivos: 60% pomice y 40% akadama.
Este tipo de suelos no contienen gran cantidad de nutrientes siendo una aportación casi nula, pero se utilizan por las características de drenaje que poseen. Es por ello que se debe realizar un abonado efectivo y mantener un riego de calidad. Esto es una tarea que se torna un poco dificultosa para principiantes en bonsáis por eso recomendamos que te asesores con un experto.
Actualmente se venden en el mercado mezclas ya preparadas que contienen turbas, suelos volcánicos, akadama y que además si aportan nutrientes y no drenan todo el líquido absorbido. Ahora el tamaño del grano a utilizar en el nuevo sustrato dependerá también de las condiciones de la especie, para árboles jóvenes se requiere Frank grueso y para árboles viejo grano fino.
Consejos para encontrar una maceta para bonsáis
Encontrar una maceta para nuestro bonsái es una tarea muy importante y vital. Se requiere de un cuenco con altura suficiente para que 2/3 de su altura contenga todo el bonsái. Sin embargo, si la altura del cuenco es muy grande, el bonsái no podrá desarrollar las raíces rápidamente debido a que la tierra no alcanza rápidamente la temperatura adecuada. Si esto ocurre algunas zonas de la tierra se encontrarán húmedas y esto llevará a la pudrición de las raíces jóvenes.
El tipo de maceta dependerá también del tipo de especie a plantar y su forma. Para esto hemos planteado una serie de tipos de macetas respecto al tipo de bonsái.
- Árboles de hoja caduca con forma de cascada: macetas profundas de formas cuadradas o hexagonales.
- Árboles de tipo frutal: macetas con esmalte y se busca que el color de la maceta corresponda al color de los frutos.
- Árboles coníferas de tronco recto: requiere de macetas rectangulares u ovaladas, sin gran profundidad y sin esmalte.
- Árboles de hoja caduca verticales: necesita de macetas ovaladas.
- Árboles de formas dinámicas: requieren de macetas rectangulares.
La mezcla de tierra a utilizar en estas macetas puede estar combinada de dos proporciones. Una de un sustrato recomendado anteriormente dependiendo del tipo de bonsái, y la otra de terrabonsai en donde se podrá desarrollar de mejor forma las raíces de la especie.
La maceta debe contener agujeros en su parte inferior para que puedas drenar el agua de forma eficaz. Aunque para que estos agujeros realicen su función adecuadamente se necesitará que el sustrato no retenga el agua en exceso.
Cuidados después del trasplante
Debemos recordar que el trasplante debe realizarse en la época adecuada, porque si se realiza en invierno esto debilitaría mucho la especie. El trasplante es una intervención que necesita de cuidado y luego de llevarlo a cabo debemos proteger el árbol de distintos factores. Agentes como el viento y altas temperaturas son dañinas para un bonsái recién trasplantado, por eso debemos protegerlo.
El riego debe realizarse con delicadeza recomendando la pulverización de las hojas en vez de usar un chorro de agua fuerte. No se debe regar hasta que exista una brotación significativa. Cuando está se lleve a cabo deberemos realizarla hasta que observemos que el agua comienza a drenar por agujeros de la maceta. Más información sobre como regar un bonsái correctamente…
Las primeras dos semanas después del trasplante es cuando se ubicará el bonsái en un sitio protegido de las fuertes acciones meteorológicas. Las fuertes nevadas del invierno no serán un problema porque está prohibido trasplantar un bonsái durante estos meses. Esta ubicación será interina mientras se busca la situación definitiva.
Al momento de finalizar el trasplante no se debe hacer ningún tipo de abonado ni fertilizar la especie. Se debe esperar hasta que comience la brotación en los meses de primavera para volver a abonar. Después de estos si podemos dotar el bonsái de nutrientes y otros elementos como hormonas de crecimiento.
Lo único que se debe podar es el exceso de raíces que tiene la especie que se va a trasplantar, pero luego de realizar esta labor no se debe podar la misma. Recordamos que realizar intervenciones en la planta de forma seguida y continua la debilitará haciéndola susceptible a ciertos factores lo que la llevaría a la muerte.