Aquí te mostraremos las diversas técnicas y cómo abonar un bonsái, la cual es una actividad que se realiza durante la etapa de crecimiento vigoroso del ejemplar. Los bonsáis al ser especies que están plantados en macetas no logran extender sus raíces por lo largo del suelo. Por esto no obtienen nutrientes de forma natural. Es importante fertilizar el bonsái y brindarle nutrientes para que pueda desarrollar sus funciones de forma efectiva.
El abono o también conocido como fertilizante es un material que se obtiene del compostaje o de la preparación industrial del estiércol. Estos procesos hacen uso de materiales orgánicos y desechos como conchas de verduras, frutas o desechos de animales.
Esta labor se ejecuta para renovar la tierra y el contenido nutricional que disponga, lo que a la larga mejorará el desarrollo de la especie. El abono generalmente contiene compuestos químicos como el nitrógeno, fósforo y potasio, donde cada uno de ellos tienen diferentes funciones. Estos compuestos tienen acciones diferentes y por ejemplo el potasio mejora el crecimiento las flores y frutos. El nitrógeno potencia el crecimiento de las hojas y tallos y el fósforo ayuda a las raíces.
Más información acerca de los cuidados generales de los Bonsáis o consulte nuestras guías de cuidados según las diversas especies de Bonsáis.
¿Por qué hay que abonar un bonsái?
Todos los que tenemos bonsáis a nuestro cuidado debemos reponer el alimento de estos de forma periódica y la mejor manera es realizarlo a través del abonado. El alimento de las plantas proviene las sales nutritivas del sustrato. Como los bonsáis se encuentran en macetas terminan consumiendo todo lo que está pequeña área de suelo les ofrece.
La tierra también va perdiendo su calidad y no permite en un punto el buen desarrollo del bonsái, por eso debemos renovarla y abonarla. Para las especies de bonsáis se recomiendan sustratos y tierras generalmente de origen volcánico como la akadama, ya que estás los bonsáis se adaptan de mejor forma a estas. El abono también tiene mejor compatibilidad con este tipo de suelos que la tierra común.
Cada cuánto hay que abonar el bonsái
El abonado de la especie se debe realizar cuando este esté en la época de crecimiento, y esto sucede durante los meses de primavera hasta otoño. La mayoría de los cuidadores realizan el abonado a finales de primavera para evitar que haya un aumento excesivo de los entrenudos de las ramas. Cuando el bonsái es de interior este puede abonarse durante cualquier mes del año, pero si la especie está recién trasplantada se recomienda no abonarla.
El momento idóneo para abonar el bonsái es cuando la especie comienza a despertar del invierno. Se debe detener la actividad cuando el crecimiento del mismo se detenga debido al aumento de las temperaturas durante el verano. Se puede volver a abonar en el otoño. Durante estos meses las temperaturas han vuelto a descender, y para preparar el árbol miniatura para el sueño invernal.
Cuando no hay que abonar un árbol bonsái
Estos árboles no se deben abonar durante la época invernal, ni durante los momentos donde las temperaturas estén en su tope, es decir, durante el verano. Sin embargo, algunas veces durante la primavera el calor puede llegar a puntos significativos y negativos para realizar el abonado.
Ahora bien, muchos cuidadores de bonsáis piensan que abonando sus especies van a curarlos de todas las enfermedades que posean. Algunas veces las enfermedades de estas especies están provocadas por plagas o insectos. Hay que tratar estas afecciones de forma adecuada y específica para cada una de ellas y no con simplemente abonar.
En el caso que el bonsái este sufriendo alguna enfermedad debemos esperar que la especie se reponga y este totalmente sana, y luego sí realizar el abonado. Tampoco se deben abonar especies recién trasplantadas o aquellas que estén totalmente secas, y donde sus hojas se encuentran marchitas o quemadas.
Después de realizar el trasplante de la especie se debe esperar al menos dos semanas o un mes para poder abonar, y durante este tiempo no se puede hacer. Esto se debe a que al momento de trasplantar se reduce de forma significativa el sistema radicular del bonsái. Con el tiempo el abono será absorbido de forma adecuada por el suelo. Toda especie que recién se trasplanta sigue ciertos cuidados particulares y es allí donde se debe ser meticuloso y delicado.
Tampoco se debe abonar si el árbol presenta daños y lesiones provocados por el exceso de fertilizante, ya que un uso indiscriminado de los nutrientes que contiene el abono también trae efectos negativos. Uno de estos efectos negativos es la acumulación de sales que saturan las raíces y el árbol comenzará a presentar déficits nutritivos. Cuando se encuentran las raíces selladas, el bonsái no podrá asimilar los nutrientes. Este factor negativo se presenta recurrentemente al usar en exceso abono químico líquido.
Entonces… ¿Cómo abonar un bonsái?
El proceso requiere paciencia y tranquilidad, se debe abonar sin apuros para poder hacer la labor de forma correcta. Es favorable abonar con pequeñas cantidades de fertilizante y realizarlo de forma frecuente, que hacerlo con grandes cantidades y en períodos de tiempo muy largos.
En algunas oportunidades los cuidadores de bonsáis esperan que el árbol se encuentre deteriorado y con señales de debilidad para abonar. Algunas señales como una pigmentación amarillenta y con sus hojas quemadas son motivo para abonar el bonsái.
El abono no debe colocarse cerca de la base del tronco o tallo, y es preciso ubicarlo en las paredes de la maceta o cuenco. Así no se limita el crecimiento de la especie y no se acostumbra a que el bonsái obtenga el alimento demasiado fácil y lo tenga muy cercano a las raíces.
En caso de elegir un abono sólido, los cuales tienen una absorción lenta por parte de la especie se debe emplear en forma de cubos o bolitas y distribuir por el interior de la maceta en su contorno. Es fundamental seguir las recomendaciones de la etiqueta del producto. Una de estas recomendaciones es utilizar una cestilla para proteger el abono de los pájaros.
Se pueden utilizar tres cestillas para un bonsái de tamaño mediano y estas llenarse con fertilizante. Las cestillas deben ubicarse boca abajo y semi enterrarlas en el sustrato. En el caso de utilizar un abono líquido se recomienda utilizar marcas japonesas, aunque estás en la libertad de usar la marca de tu preferencia.
Otra de las recomendaciones es enterrar mayores cantidades de abono en el sustrato para que así mantengan la humedad y vayan aportando sus nutrientes de forma progresiva.
Mejores abonos para bonsáis
Debemos abonar con un fertilizante que contenga nitrógeno con el fin de brindar de proteínas para aumentar la producción de Fito-hormonas y clorofila. Este compuesto se encuentra en todos los procesos del crecimiento del bonsái y es fundamental para que la especie se encuentre sana y fuerte.
El abono que utilicemos debe contener fósforo ya que en la estructura de la planta se producen reacciones químicas y el fósforo es parte de ella. Este compuesto químico hace parte de los cromosomas y del ADN del bonsái, además es ayuda al equilibrio y la generación de nuevas células de la planta.
Si deseamos aprender a abonar un bonsái es necesario saber que el fertilizante debe contener fósforo, porque la carencia de este compuesto produce hojas pequeñas y un sistema radicular pobre. Al momento de comprar el abono debes consultar las propiedades del mismo con tu proveedor, ya que existen diferentes tipos de abonos y están recomendados para situaciones diversas y diferentes.
El humus de lombriz es un tipo de abono que tiene un alto contenido proteico y está procesado de lombrices rojas de California. Este abono se obtiene del compostaje que proviene del estiércol natural que ya ha pasado por un proceso de fermentación. Este humus es absorbido con facilidad por parte de la especie, además que no contiene humedad excesiva ni produce malos olores.
Este fertilizante contiene gran cantidad de macronutrientes y micronutrientes que son fácilmente digeribles por el bonsái. El abono contiene enzimas, hormonas y vitaminas que ayudan en el aporte de energía para aliviar el estrés de intervenciones como la poda o trasplantes.
Abonos sólidos
El abono sólido se debe emplear encima del sustrato uniformemente y evitar que el mismo esté muy cerca del tronco del árbol. Esto con el fin de evitar que el bonsái consiga muy fácil el alimento y no puede desarrollar de forma eficaz su sistema radicular, pues al tener el alimento cerca, no producirá raíces largas y fuertes.
Este abono tiene una larga longevidad y además no quema la planta ni las hojas. También mejora las condiciones del sustrato, lo cual será aprovechado por el bonsái.
Abonos líquidos
El abono líquido se debe disolver en agua de forma previa a su aplicación, para ello se puede utilizar un vaso con agua o aprovechar el riego de vaporización. Este líquido se empleará en la superficie de las hojas.
Una de las ventajas que tiene este tipo de fertilizante es que no produce malos olores. Otro beneficio es que es muy fácil de aplicar siendo rápido y limpio. Al momento de utilizar este abono es importante no excederse en la dosis recomendada, lo que trae consecuencias negativas para la especie.
Al momento de aplicar el abono líquido el cuidador debe protegerse sus manos mediante el uso de guantes, al igual que utilizar lentes de protección y un delantal. Esto con la finalidad de no deteriorar su vestimenta, ni que llegue a tener alguna reacción alérgica.
¿Qué abono elijo?
Se debe elegir un abono que contenga una proporción adecuada de fosforo, nitrógeno y potasio. En el caso que, al momento de comprar un fertilizante, todos los que se encuentren disponibles en el mercado ya tengan una buena proporción, te recomendamos elegir el abono sólido.
El abono sólido es más asimilable por parte de la especie y cuenta con mejores propiedades de absorción. Además, que mantiene un precio más económico respecto al abono liquido
Otra de las ventajas que tiene el abono sólido es que se pueden obtener de forma natural en nuestro patio. Con solo realizar un compost natural podremos producir un fertilizante natural y totalmente orgánico con todos los elementos necesarios para la especie. Este abono natural puede potenciarse con el uso de elementos químicos y hormonas crecimiento para mejorar el desarrollo del bonsái.
Importancia del agua en el abonado
El agua debe tener calidad al momento de realizar el riego, para ello se recomienda recoger agua de lluvia y en caso de no poder hacerlo, utilizar agua sin compuestos como el cloro o cal, por ello no debe usar agua del grifo. Sin embargo, el agua tiene funciones no solo para el riego sino también para el abonado, esto se debe a que las raíces del bonsái y de cualquier planta se alimentan luego del intercambio de potenciales.
Entonces si el agua tiene una disolución baja, las membranas capilares dejarán fluir el agua hacia donde hay mayor cantidad de partículas. Esto resultará en una obtención de nutrientes será menor. En el caso de que el agua contenga una disolución mayor, existirá menos cantidad de partículas disueltas y por lo tanto la absorción de nutrientes será mayor. He aquí la importancia en la calidad del agua que utilizamos para el bonsái.
El agua no debe contener altas cantidades de cal porque esto aumentaría el pH del sustrato y va a disminuir la asimilabilidad de otros elementos químicos, como el fósforo y el potasio. En algunas oportunidades el suelo ya contiene todos los elementos químicos que necesita el bonsái, pero si el pH se encuentra elevado la planta no podrá absorberlos de forma adecuada.
Es también fundamental no usar agua de grifo porque contiene cloro y flúor, que además de aumentar el pH del sustrato, disminuirán la capacidad de las raíces para obtener proteínas y nutrientes.
Todo lo que tenés que saber para regar un bonsái correctamente.
Conclusiones sobre el abono de un bonsái
Los nutrientes que se añaden al bonsái pueden emplearse de forma líquida o sólida. El abono sólido es el más recomendado para brindar de nutrientes al bonsái, además que provee una mejor absorción. Se pueden utilizar abonos químicos que permiten controlar de mejor forma la cantidad de elementos químicos que se aportarán a la especie, sin embargo, estos pueden sobre fertilizar la especie.
El agua que utilicemos para regar y fertilizar el bonsái también es crucial para la especie, pues se debe mantener un nivel de pH óptimo para que las raíces puedan absorber correctamente los nutrientes y así el árbol miniatura pueda crecer de forma saludable.
Es vital que añadamos a la especie un abono que contenga una proporción de nitrógeno alta, en donde este elemento químico doble la proporción de fosforo y el potasio. El nitrógeno potencia el crecimiento del bonsái, pero solo debe emplearse durante el verano. En otoño la proporción de nitrógeno debe ser un tercio a la de fosforo y potasio.
Ahora si nuestra meta es hacer florecer al bonsái debemos aumentar la cantidad de potasio que contiene el abono o fertilizante. Para ello se debe emplear el doble de potasio respecto a los otros elementos químicos. Si nuestra especie es un bonsái longevo, la cantidad de fertilizante que se va a utilizar debe ser reducida respecto a un bonsái en sus primeras etapas de crecimiento.
Al momento de comprar el abono para nuestra especie se debe hacer uso de las recomendaciones de los expertos. Especialmente de aquellos que trabajan en tiendas de bonsáis. Ellos nos darán las recomendaciones adecuadas respecto a la proporción a utilizar y el tipo de abono a emplear. Esto dependerá de acuerdo al periodo del año en el que nos encontremos.